La gran variedad de causas y efectos relacionados que existen en el trabajo con las personas en situación de dependencia, requiere realizar esta labor desde un punto de vista de interconexión entre varias disciplinas.
El trabajo interdisciplinar se basará, por tanto, en la globalidad; es decir, en valorar a la persona desde todos los aspectos de su vida, ya que sus necesidades y demandas son múltiples, diversas y relacionadas internamente entre sí.
De hecho, estas personas pueden presentar situaciones en las que estén implicados factores sociales, económicos, físicos, psíquicos y emocionales, lo que hace necesario que los distintos profesionales que intervienen en su atención deban colaborar de forma conjunta y coordinada.
De este modo, cada uno de ellos aporta su rol y sus conocimientos, adoptando una posición flexible que se nutrirá de una perspectiva distinta, ampliando y transformando su comprensión de la situación y de las estrategias de intervención.
Por ello, se trata de que el diagnóstico y el plan de trabajo se elaboren conjuntamente en equipo y la distribución de las tareas la determine la capacidad y competencia de cada uno de sus componentes.
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