Planificación, diseño y adecuación de sus espacios y mobiliarios
A. Zonas generales de uso común:
Ambiente acogedor, sencillo y funcional en las dependencias del centro, decoradas con colores relajantes en salas de terapia y descanso, estimulantes en salas de actividades y luminosos en salas comunes, resaltando los lugares de acceso/salida con puertas cuyo color destaque del marco.
Luz solar directa/indirecta para estimular, vitalizar y orientar en el tiempo a la persona, así como la iluminación artificial deberá ser uniforme y de intensidad suficiente, sin provocar sombras ni deslumbramientos, principalmente en lugares en los que se realicen actividades de esfuerzo visual y en las zonas de paso, con interruptores de fácil accionamiento o detectores de presencia.
Climatización agradable (19-24º C), con ventilación que renueve el aire y filtre malos olores y gérmenes. Temporizadores de aparatos de televisión y radio para su desconexión automática. Fundas en patas de sillas y sillones que eviten ruidos al ser arrastrados. Facilitar el mantenimiento del orden en las dependencias comunes y las habitaciones.
Suelo nivelado, antideslizante, liso y en buen estado de conservación, sin alfombras que obstaculicen los pies y frenen las sillas de ruedas. Pasillos con pasamanos, accesos y puertas de ancho que permita pasar sillas de ruedas y camillas, rampas desmontables o fijas que salven escaleras, o añadir medios escalones para reducirles su altura y colocar barandillas que apoyen al subir y bajar.
B. Dormitorios y zonas de descanso:
Decoración de la habitación según las preferencias y gustos de la persona usuaria, disponiendo de un espacio para recibir visitas y realizar tareas o lectura con puntos de luz.
Puerta de fácil apertura y suelo antideslizante en el aseo, asiento bajo la ducha, agarraderas en paredes del plato ducha y del retrete el cual puede disponer de suplemento de altura. Detector de manos que dispense agua al aproximar las manos al lavabo y dosificador de jabón a una altura adecuada.
Cama ubicada cerca de la ventana, con somier y colchón confortable y firme, dotada de barandillas de seguridad y regulable en altura que permita a la persona sentarse por sí misma aunque use silla de ruedas. La mesita de noche deberá soportar el apoyo de la persona al entrar y salir de la cama y disponer de cajón amplio con guías de fácil deslizamiento. Para colgar la ropa, disponer las barras de los armarios o taquillas a una menor altura para su acceso y manipulación por personas en silla de ruedas.
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